El tiempo en: Vélez-Málaga
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Huelva

Un Martes Santo más que apasionante

Pérez Cubillas, Las Colonias, San Sebastián y la plaza de San Pedro vibran con sus Titulares por las calles de Huelva

Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Sentencia -

Multitud de muestras de devoción cofrade, de petaladas, de saetas y de entusiasmo en un Martes Santo apasionante. Explosión de júbilo a primera hora de la tarde en el popular barrio de Pérez Cubillas con su Cristo de la Sentencia, sol radiante en Las Colonias para ver la salida de La Lanzada en la Parroquia de Los Dolores, sentimiento en la Parroquia de San Sebastián por la Hermandad de Estudiantes y pasión morada en la abarrotada plaza de San Pedro por Nuestro Padre Jesús de la Pasión y la Virgen del Refugio. Una jornada cargada de luz, de emoción y de fervor cofrade en la tercera jornada de la Semana Santa de Huelva.

La Sentencia
Pérez Cubillas inauguraba este martes de Pasión de Huelva. El Señor de la Sentencia -también conocido como el Cristo de los ojos verdes- salía a las 15.15 horas desde la Parroquia San Francisco de Asís ante la atenta mirada de cientos de vecinos. Desde el interior de varias viviendas familiares, le llovían saetas al Señor de la Sentencia.

Los colores franciscanos de los penitentes partieron hacia el centro de la capital, en su largo caminar hasta la Carrera Oficial, a la que llegaron sobre las 19.30 horas.

Esta hermandad joven, a la que no le afecta en nada la larga distancia que les separa del centro, con un destacado trabajo de cuadrilla, se hizo dueña de todos los presentes.

La Lanzada
De barrio a barrio, a las 17.38 horas sonaba el llamador. “Vamos a pasear al Señor de las Colonias por Huelva”. El paso de Misterio del Señor de la Lanzada se aproximó al dintel de la Casa Hermandad, y al son de la Marcha Real se reencontró con su barrio.

De una impresionante chicotá bajó la calle Don Bosco. Mientras, en el interior de la Casa de Hermandad, Nuestra Señora de los Dolores se ponía en marcha. Son las 18.07 horas, vuelve a sonar la Marcha Real. La Reina de las Colonias ya asoma. A los sones de ‘Estrella sublime’, empezó a pasear por su barrio.

Estudiantes
De las Colonias a San Sebastián, donde llegó el momento de una de las más esperadas del Martes Santo, la Hermandad de Estudiantes, muy vinculada a la Universidad de Huelva. Especial recogimiento en los preparativos en el interior del templo.
A las 18.00 horas se abrieron las puertas de la parroquia y los nazarenos enfilaban hacia Carrera Oficial. Cinco minutos después, sonó por vez primera el martillo del Cristo de la Sangre.

“Vamos a parar el tiempo en Huelva”, alentaba el capataz del paso de misterio, Manuel Gómez ‘Carnicerito’ a sus costaleros. En la tercera trabajadera, como uno más, el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz.

Pasadas las 18.13 horas, ahora sí, el Cristo de la Sangre, de León Ortega, ya estaba fuera, ante una multitud que guarda riguroso silencio.

Ahora le tocaba el turno a la Virgen del Valle. A las 18.32 horas sonó su llamador. Empezó a andar de frente en el interior del templo su palio de cajón. “Nos vamos a la calle”. A las 18.38 horas, con el sol ya en su rostro, sonó la marcha que lleva su nombre, interapretada por la Banda del Liceo de Moguer. Se encaminaba por el porche de San Sebastián, poco a poco, hacia la Carrera Oficial.

Pasión
Una cita marcada en la agenda cofrade para cumplir con la tradición. La salida de la Hermandad de Pasión ponía el broche de oro a un Martes Santo de lucimiento.

Con el entorno de San Pedro lleno, expectante, y el sol cayendo, a las 19.28 horas se abrieron las puertas de la Mayor de San Pedro. Unos minutos después sonó el martillo. Primera levantá dedicada a la mujer de un costalero que está bajo el paso del Señor de Pasión: “Se ha agarrado la vida mientras nuestro compañero se agarraba al Señor de Pasión. Esta levantá y este Martes Santo van para Carmen, para sus hijos y para ‘El Carpio’.

Después el capataz, también presidente del Consejo de Hermandades, Antonio González, se dirigió a sus costaleros: “Las vais a sacar ustedes solos. Muy suave, como si el señor saliera solo”. Eran las 19.45 horas y Nuestro Padre Señor de la Pasión ya estaba en la calle, al son de la Marcha Real.

Casi 45 minutos después, tras una accidentada salida, le tocaba el turno a la Virgen del Refugio, con una levantá dedicada a Adrián, el pequeño fallecido recientemente de cáncer y que soñaba con ser torero.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN