“Más allá de los rivales que te puedan tocar, sería ganar a uno de los mejores equipos de Europa y eso se transformaría en confianza para los jugadores y para el equipo”, ha dicho hoy el técnico sevillano, que deberá optar por un once inédito ante la gran cantidad de bajas, un total de 11, que sufre el Athletic.
Tantas ausencias le obligará mañana a echar mano de chavales en edad juvenil, como Jonas Ramalho (16 años) o Jon Aurtenetxe (17), para completar una convocatoria que no hará publica hasta horas antes del encuentro. La presencia del primero, que podría batir el récord de precocidad de Iker Muniain, que también jugará hoy, ya estaba prevista.
De Ramalho, con el que lleva trabajando desde los catorce años, el de Utrera dice que está llamado a ser “sí o sí” jugador del primer equipo rojiblanco.
Al respecto del choque, considera que si el Athletic es capaz de repetir el segundo tiempo de Bremen, donde buscó denodadamente recortar distancias, tiene opciones de hacerse con la primera posición del grupo.
“Allí no tuvimos la suerte de otros partidos. Tuvimos opciones, hicimos muchas ocasiones de gol y al final perdimos 3-1 por ir a por el empate”, ha recordado, considerando al Werder “un muy buen equipo, con jugadores con calidad, muy peligroso en los contragolpes y con una capacidad realizadora grande”.
En el Werder Bremen, su entrenador, Thomas Schaaf, ha anunciado que no correrá riesgos para asegurar el primer lugar del grupo.
El lateral Peter Boenisch, con una lesión de rodilla, y el centrocampista Philip Bagfrede, con molestias también en una rodilla no estarán en Bilbao.