Todos los años por estas fechas hay que hablar de lo mismo, del comienzo del curso escolar, que tendrá lugar el próximo martes, 10 de septiembre. Y una vez más, lamentablemente, hay que hacer recuento del número de aulas prefabricadas con que cuentan los centros de Infantil y Primaria de Estepona.
Ejemplo de ello son el colegio Isdabe del Mar que cuenta con 4 aulas prefabricadas, el C.E.I.P. Ramón Lagos, situada también en el extrarradio, en este caso en Cancelada, que dispone de otras dos, y el colegio Antonio Machado, también con un par de ellas.
Todo ello suma la friolera de 160 escolares a quienes no les quedará otro remedio que recibir sus clases en aulas prefabricadas.
Deficiencias en Isdabe
El Ayuntamiento ha exigido a la Conserjería de Educación que comience con el expediente de ampliación del C.E.I.P. Isdabe del Mar, ya que el terreno fue puesto a su disposición en el año 2010 y todavía no ha empezado a tramitar el expediente. Critican que, por contra, la Junta de Andalucía solo ha instalado aulas prefabricadas en el patio del centro reduciendo así los espacios y masificando el colegio. Además el centro educativo ha perdido el salón de usos múltiples y el aula de psicomotricidad de Infantil por la instalación de estas aulas, que se encuentran situadas en el patio.
Muro peligroso en el Carmen
En junio, justo antes de concluir el curso 2012-2013 el AMPA Tres Banderas, del Colegio Nuestra Señora el Carmen, se manifestó a las puertas del centro para exigir la reparación de un muro apuntalado en la zona de Infantil desde septiembre del año anterior.
Se quejaban ya entonces de la falta de solución y respuesta a la situación del muro perimetral del colegio. Explicaban que tras meses de exigencia por parte del AMPA al ISE de la Delegación Provincial de Educación para que subsane el problema, no se había hecho nada al respecto.
La situación, una vez pasado el verano, sigue siendo exactamente la misma, aunque el director del centro ha comentado a algunos padres que el proyecto de reparación ya está aprobado. pero no se ha movido un solo ladrillo. Los apdres recuerdan que llevan así más de un año con un muro parcialmente caído, con el riesgo de derrumbamiento y accidentes.